por Estefanía Barrón
Todos, en algún punto de nuestras vidas, hemos vivido el miedo a que nuestra sexualidad se vuelva monótona y aburrida. Hemos pensado en el terror de caer en la rutina y acabar con la ardiente llama sexual que se vive en los primeros tiempos, en aquellos primeros momentos de tu vida cuando comienzas a experimentar tu sexualidad, y también aquellos primeros instantes en una relación estable donde todo es espontáneo, nuevo, como de película.
Hay una enorme cantidad de recomendaciones que te puedo compartir para impedir esto, pero hoy te voy a dar mi recomendación favorita, y espero la uses en toda su amplitud…la fantasía.
¿Cómo la fantasía? Si bien es cierto que podemos tener numerosas fantasías que sea poco probable que cumplamos por distintas limitantes, hay una grandiosa cantidad de fantasías que puedes hacer realidad dentro de las cuatro paredes de tu alcoba, alterando un solo factor, solo uno, tu vestimenta.
Le ponemos poca atención a cómo nos hace sentir la ropa que llevamos puesta a la hora de una interacción erótica, así que para que vivas un éxtasis pleno y variable necesitas escucharme bien, esto es mandatorio, elige tu ropa íntima a consciencia. Elige cómo te quieres sentir y empieza a disfrutar desde ése primer momento en el que comienzas a imaginar la situación, el “mood” que quieres darle, las prácticas sexuales que te apetecen, y coordínalo - combínalo- con tu ropa.
¿Sabías que los seres humanos somos los únicos seres vivos capaces de fantasear? Aquí radica el súper poder, tu, a diferencia de los animales, puedes comenzar a disfrutar de cualquier interacción erótica desde antes de vivirla con el sólo hecho de imaginarla. Entonces, usaremos este súper poder a nuestro favor enfocándonos específicamente en la ropa que llevamos puesta. Dejaremos que toda esta escena sexual gire en torno a la ropa que hayas elegido.
Esto nos sirve en tres sentidos, primero que nada, al permitirte experimentar con lencería de diferentes estilos, disfraces, o lencería fetichista - por ejemplo, la ropa característica de prácticas como el sadomasoquismo- te permite experimentar una versión tuya diferente. Cada que eliges la prenda que vas a usar para esa ocasión, te permites probar diferentes facetas de ti. Puedes probar incluso, cambiando de nombre para completar un personaje distinto, y créeme, desde éste primer punto tu sexo jamás volverá a ser rutinario.
Segundo, las posibilidades en cuanto a ropa íntima, disfraces, ropa fetichista, son muchísimas por lo que puedes darte la oportunidad de probarlas todas, repetir las que te gusten, agregar variaciones, y lo más importante, crear tus propias versiones. Recuerda que la ropa interior es como cualquier otra prenda, puedes accesorizarla, juega con los tacones, agrega pelucas, experimenta con el maquillaje y permítete entrar en personaje.
Esto último es el objetivo más relevante de la recomendación de este artículo, elegir a consciencia nuestra ropa interior y caracterizarla según nos plaza en el momento, ayuda a entrar en un estado meditativo, lo cual es fundamental para alcanzar los momentos más plenos de éxtasis. Una vez que te caracterizas y entras en personaje, todo tu ser ha pasado a estar concentrado únicamente en ése momento presente. Conectas contigo, tus fantasías y deseos más que nunca.
Y por último, cabe aclarar que esto aplica para cualquier género, pensamos que la lencería está destinada únicamente para las mujeres y que está atada a satisfacer el deseo del hombre, y quiero recordarte que probar esta recomendación que aquí te doy es para todos los géneros, y debe responder primero a tu deseo personal, compartirlo en pareja será siempre la ganancia secundaria. Si quieres asesoría para crear tu personaje no olvides visitarnos en Be-you Lencería. Por favor, date la oportunidad y me cuentas. ¡A disfrutar!